Difícilmente nuestra cultura nos ayude a comprender acerca de la confusión que generan las palabras. Decimos amor y estamos diciendo tantos significados como personas hay sobre esta tierra, sin embargo, hubo quienes quisieron poner un poco de armonía en esta Gran Torre de Babel que son las palabras. ¿Qué decimos, entonces? El Amor es una actitud, básicamente reflejada por acciones hacia los demás. Muchas veces confundimos, este sentimiento que promueve la acción y oblación, quiero decir sencillamente el Dar, con la declamación del mismo. A veces la acción de la manifestación del Amor es la no-acción, el quedarse junto al otro en silencio, acompañando. Pero el verdadero amor no parte de nosotros destruyéndonos en ese dar, sino todo lo contrario, sólo podemos amar profundamente a otro, cuando nos amamos a nosotros mismos.
¿Qué nos sucede cuando nos enamoramos? Sencillamente entramos en un estado de conciencia diferente al habitual, en dónde el otro es: “maravilloso, todo lo que siempre soñamos, el ideal que va con nosotros hecho realidad, etc. etc.” Algunos psicólogos que trabajaron el tema nos dicen que en ese estado, lo que hacemos es una proyección de las mejores percepciones de nosotros mismos en esa persona. Cual si fuera una pantalla, en ella depositamos aquellas virtudes personales y se las atribuimos al elegido/a. Pero cabe preguntarnos, ¿es sólo eso? En realidad, no. En buena parte ocurre esto, vemos al otro con ese cristal maravilloso, pero generalmente hay algo en ese otro que despierta esto dentro de mí. Y si a él o a ella le pasa lo mismo, comienza el juego de la seducción y del cortejo. Momentos maravillosos, dignos de ser vividos con absoluta libertad y placer. Esta etapa culmina, cuando el otro se devela como otro diferente de mí, sobreviene la des-ilusión. Como toda realidad ilusoria creada por nuestra mente tiene un costo y es que nos plantea lo siguiente: “Ahora que sé que el otro no es mi espejo, sino alguien diferente de mí, ¿soy capaz de amarlo tal cual es? ¿Me siento complementada/o con ese otro?”. Sí la respuesta es afirmativa, comienza el estar Enamorado, ya no enamoramiento, sino el vivir en al amor a ese otro diferente de mí. Probablemente las mariposas en el estómago pasen, pero sobreviene un amor más sereno, maduro. Este es el amor del crecimiento personal, los dos desarrollando sus potencialidades, estimulando sus virtudes y ayudándose con sus limitaciones. He allí la actitud oblativa hacia el otro. Y es en este amor, cuando realmente nos sentimos plenos.
Dicha plenitud también se ve realizada en el encuentro erótico, como lenguaje de los cuerpos de los amantes. El encuentro sexual en nuestra cultura suele estar investido del tabú, no nos han enseñado desde pequeños que es una de las vivencias más maravillosas para el ser humano. Siempre lo hablamos a escondidas o en broma, se nos dificulta incorporarlo como algo dentro de lo saludable para un ser humano. Todo esto vivenciado inconscientemente, por supuesto. Pero el desafío para nosotros, los occidentales, es traerlo a nuestra consciencia, aprehender, saber por ejemplo cómo está constituido el cuerpo de ella, de él, cómo funciona; conocer por ejemplo que la respuesta sexual femenina es diferente de la masculina y que aprehender esto hace a la posibilidad de comunicarse plenamente con nuestro cuerpo y el cuerpo de ese otro/a que amamos.
La posibilidad de reflexionar sobre este tema, nos permite echar luz sobre lo recibido en nuestra formación. Aprehendimos este idioma amoroso antes de comenzar a razonar, en nuestra primera infancia, con palabras, gestos y actitudes de nuestros mayores y a través de los medios de comunicación masiva, por eso tendemos a confundir el amor novelado romántico con el amor oblativo que nos permite desarrollarnos y crecer mutuamente.
“… Irak, en esa tierra bárbara había nacido el primer poema de amor de la historia universal. En lengua sumeria, escrito en el barro, el poema narró el encuentro de una diosa y un pastor. Inanna, la diosa, amó esa noche como si fuera mortal. Dumuzi, el pastor, fue inmortal mientras duró esa noche. …”
Eduardo Galeano, de su libro “Espejos”
“Yo soy una mejor persona cuando estoy contigo”
De la película “Mejor imposible”, (Jack Nicholson y Helen Hunt).
“… Pero dejad que crezcan espacios en vuestra cercanía.
Y dejad que los vientos del cielo creen danzas entre vosotros.
Amaos con devoción, pero no transforméis el amor en una atadura.
Haced del amor un mar móvil entre las dos orillas de vuestras almas.
Llenaos uno al otro vuestras copas, pero no bebáis de una misma.
Compartid vuestro pan pero no comáis del mismo pedazo.
Cantad y bailad juntos y estad alegres, pero que cada uno de vosotros sea libre. … “
Khalil Gibran, de su libro “El Profeta”
Libros recomendados:
El Arte de Amar – Erich Fromm
La sonrisa de Eros – Manuel Artiles
POEMA DE AMOR
El sol nos olvidó ayer sobre la arena,nos envolvió el rumor suave del mar,tu cuerpo me dio calor,tenía frío,y allí, en la arena,entre los dos nació este poema,este pobre poema de amorpara ti.Mi fruto, mi flor,mi historia de amor,mis caricias.Mi humilde candil,mi lluvia de abril,mi avaricia.Mi trozo de pan,mi viejo refrán,mi poeta.La fe que perdí,mi caminoy mi carreta.Mi dulce placer,mi sueño de ayer,mi equipaje.Mi tibio rincón,mi mejor canción,mi paisaje.Mi manantial,mi cañaveral,mi riqueza.Mi leña, mi hogar,mi techo, mi lar,mi nobleza.Mi fuente, mi sed,mi barco, mi redy la arena.Donde te sentídonde te escribími poema.
Joan Manuel Serrat
jueves, 25 de febrero de 2010
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